Identificamos el área de refugio, el tránsito y las fuentes de alimentación. Empleamos distintas técnicas como uso de bandejas con pegamento, descartables, jaulas- trampa y aplicación de cebos tóxicos, ubicados estratégicamente fuera del alcance de los niños y las mascotas.
En algunos casos confeccionamos previamente un croquis de las instalaciones para indicar la ubicación de los cebos para el control de los roedores.